Pasó tu vida,
y ese viento furioso
que llevabas encima.
Hoy,
no es una brisa siquiera,
ni un soplo apenas,
es un quieto silencio
y el desgarro del llanto
de los que te rodean
que clama por viento!,
tormenta!,
y la calma mortal
que hoy embarga tu cuerpo,
muerto.-
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