
Como escapar de mi destino si siempre voy a parar a hacer lo que para justamente he nacido, tal cual como cigarrillo al fuego, fui consumiendo lentamente esta pasión que rebosaba la inequidad. Tal cual como el humo acaricia mis mejillas, con esa misma mágica ternura lo haces con tus dedos en mi rostro, con tanta delicadeza y empeño me haces levitar encima de tus nubes de humo.
Acabo drogado de este amor, y en esta forma no logro comprender el significado o la esencia neta en la vida que me ofreces, la cual es descrita por muchos como un encendedor, tan solo te sirvo para quemar el principio, el resto se irá consumiendo poco a poco.
Palabras de un colega anónimo.
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