sábado, 10 de enero de 2009

En la unión de mi sombra y mi alma, una noche, como cualquiera, sin palabras comienzo a reflexionar. Anhelando a insultos refinados, y rechazos, viejos tiempos de cólera. Entre los recuerdos y sentimientos presentes me encuentro con ella, y aquí es donde debería comenzar a explicar. Mierda, ¿cómo hacerlo?, si mi recuerdo no tiene un final, y su voz no para de sonar, mi corazón no deja de palpitar, no queda duda me volví a enamorar. Mas, solo me encuentro, esperando, comprendiendo, la tarde en que la dichosa, se sintió rechazada, entre los suburbios de sus almohadas.

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