jueves, 30 de octubre de 2008

Hoy no es como ayer, ayer paso por aquí, del aquí se fue lejos, y ahora estoy sólo con mí consciencia y mis recuerdos. Ayer, creí verte, pero no estabas ahí, tu presencia era lejana, no eras la misma que aquella tarde de primavera me dio sus ansias, y los cristales de tus ojos, de tu mirada de amor. No claro, no eras la misma, tu sonrisa se escapo como una golondrina esquiva, en busca de otro. Sintiéndome pasajero de segunda en tus viajes, logre ver tu mirada, en luz de amores nuevos. Y en las áridas selvas de mi alma, la noche más cruel volcó sus cerrazones. Y aquí moribundo, muy seguro estoy que no has de volver, pero igual, te espero. Escribiendo las cartas que nunca te hice.

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